domingo, 28 de octubre de 2012

EMPEZAR POR LO PEQUEÑO

Un ascete meditaba profundamente en su cueva cuando se sintio molestado  por un ratoncillo que se puso a roer sus ropas.
- Márchate estúpido-dijo el ermitaño-. ¿ No ves que has interrumpido mi meditacion ?.
-Es que tengo hambre -contesto el raton.
- Llevaba más de treinta dias de meditación buscando la unidad con Dios y me has hecho fracasar- se lamento el ermitaño.
-! Cómo buscas la unidad con Dios si no puedes siquiera sentirte unido a mi que sólo soy un simple raton?-respondio el roedor.



luzysabiduria




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