que se acabó de ir y ver las luces que me esperan al día siguiente. Puedo
recordar claramente los errores y los aciertos, sin juzgar, solo mirar. Y
puedo mejorar a mi mismo, cambiando mi forma de ver la vida. La vida no son
sombras o luces, sino una mezcla de cada uno. Los seres más elevados, cuya
vida es como un sol que se mueve por las calles, tienen como máxima
responsabilidad terminar con las sombras de los demás.
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