de la fe. Muchas veces hay terremotos en la vida de nosotros. Cuando seres
queridos mueren, o perdemos algo realmente precioso para nuestras vidas.
Cuando somos derrotados y enfrentamos las adversidades de vivir. Es en
estos momentos que la fe debe ser completa. No solamente la fe en un ser
supremo, sino también la fe en uno mismo, en la capacidad ilimitada de
todos nosotros de superar obstáculos. La fe en el destino, de que cada
escena en la vida de uno tiene mucho que enseñar. La fe en que después de
la noche más oscura vendrá el día más brillante.