con quienes te toca compartir tu camino. Tal vez hoy les puedas servir... y
quizás mañana necesites de ellos. Acompaña a quien sufre el fracaso para
animarlo a rehacer su camino; y refuerza, con sinceros aplausos, cada etapa
que cada uno de los demás va superando y logrando. Sé generoso en la
aprobación y en el aplauso; limita y reduce tu instinto de critica.